El conductismo es una rama
de la psicología que estudia el comportamiento mediante conductas observables
en respuesta a estímulos no necesariamente consientes,
Su fundamento teórico está
basado en que a un estimulo le sigue una respuesta, siendo ésta el resultado de
la interacción entre el organismo que recibe el estimulo y el medio ambiente, La observación externa es la única posible para la constitución de una psicología
científica.
El
conductismo actual ha influido en la psicología de tres maneras: ha reemplazado la concepción mecánica de la relación estímulo-respuesta por otra
más funcional que hace hincapié en el significado de las condiciones
estimulares para el individuo; ha introducido el empleo del método experimental para el estudio de los casos
individuales, y ha demostrado que los conceptos y los principios conductistas
son útiles para ayudar a resolver problemas prácticos en diversas áreas de la
psicología aplicada.
Propone que la
base fundamental de todo proceso de enseñanza-aprendizaje se halla representada
por un reflejo condicionado, es decir, por la relación asociada que existe
entre la respuesta y el estímulo que la provoca. En general se considera el
conductismo como una orientación clínica que se enriquece con otras
concepciones.
La teoría conductista se basa en las teorías de Ivan P. Pavlov
(1849-1936). Se centra en el estudio de la conducta observable para controlarla
y predecirla. Su objetivo es conseguir una conducta determinada.
De esta teoría se plantearon dos variantes: el condicionamiento clásico
y el condicionamiento instrumental y operante.
El primero describe una asociación entre estímulo y respuesta
contigua, de forma que si sabemos plantear los estímulos adecuados, obtendremos
la respuesta deseada.
Esta variante explica tan sólo comportamientos muy
elementales.
La segunda variante, el condicionamiento instrumental y operante,
persigue la consolidación de la respuesta según el estímulo, buscando los
reforzadores necesarios para implantar esta relación en el individuo.
Los conductistas definen el aprendizaje como la adquisición de
nuevas conductas o comportamientos.
La teoría del refuerzo consiste en describir el proceso por el que
se incrementa la asociación continuada de una cierta respuesta ante un cierto
estímulo, al obtener el sujeto un premio o recompensa (refuerzo positivo). El
condicionamiento operante, desarrollado a partir de los aportes de Skinner, es
la aplicación de la teoría del refuerzo. Al emplear estos principios de forma
positiva para estimular un comportamiento optimizado en el aprendizaje. Si se
aplica desde sus aspectos negativos, es decir, cuando se aplica un castigo como
refuerzo negativo para extinguir o disminuir la frecuencia de una respuesta,
los resultados son poco claros porque se producen comportamientos reactivos
emocionales, que perturban el aprendizaje e invalidan a la persona.
Sin embargo, si es aplicado en forma correcta, el refuerzo puede
modificar con éxito el comportamiento y estimular el aprendizaje, pero nunca la
formación integral del alumno.
A diferencia del modelo centrado en el alumno, el conductismo
prescinde por completo de los procesos cognoscitivos. Para él el conocimiento
es una suma de información que se va construyendo de forma lineal. Asume que la
asimilación de contenidos puede descomponerse en actos aislados de instrucción.
Busca únicamente que los resultados obtenidos sean los deseados
despreocupándose de la actividad creativa y descubridora del alumno.
En el conductismo, el sujeto que
enseña es el encargado de provocar dicho estímulo que se encuentra fuera del
alumno y por lo general, se reduce a premios y el refuerzo negativo a castigos
(para lo que, en la mayoría de los casos, se utilizaron las calificaciones).
Este enfoque formuló el principio de la motivación,
que consiste en estimular a un sujeto para que éste ponga en actividad sus
facultades. Si bien no es posible negar la importancia de la motivación en el proceso enseñanza-aprendizaje y
la gran influencia del conductismo en la educación, tampoco es posible
negar que el ser humano es mucho más que una serie de estímulos.
La finalidad del conductismo es condicionar a los alumnos para que
por medio de la educación supriman conductas no deseadas, así alienta en el
sistema escolar el uso de prendimientos destinados a manipular las conductas,
como la competencia entre alumnos. La información y los datos organizados de
determinada manera son los estímulos básicos (la motivación) frente a los que
los estudiantes, como simples receptores, deben hacer elecciones y asociaciones
dentro de un margen estrecho de posibles respuestas correctas que, de ser
ejecutadas, reciben el correspondiente refuerzo (una estrella en la frente, una
medalla o una buena calificación).
En las prácticas escolares el conductismo ha conducido a que:
• La motivación
sea ajena al estudiante.
• Se desarrolle
únicamente la memoria.
• Cree de pendencias
del alumno a estímulos externos.
• La relación
educando-educador sea sumamente pobre.
• La evaluación
se asocie a la calificación y suele responder a refuerzos negativos.
Hoy en día este enfoque educativo es utilizado en escuelas y
universidades.
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